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viernes, 11 de abril de 2014

Ejemplo de blog de políticas públicas: Telefónica

ANÁLISIS DEL BLOG DE TELEFÓNICA
Como trabajo adicional los miembros de Shinbun decidimos echar un vistazo al blog de políticas públicas de Telefónica y poner nuestras ideas en común. Cada uno se centró en diferentes cuestiones con el fin de profundizar más en cada aspecto del análisis.A continuación expongo expongo los dos aspectos que más llamaron mi atención.
En primer lugar, en el blog se trataban muchos temas, pero quizá el más relevante erra la política hacia Internet. Telefónica analiza el asunto en un marco en el que su uso está cada vez más extendido, sin duda debido a la internacionalización de las comunicaciones. Ello implica que cada vez más difícil mantener un control de las actividades online de modo que todos puedan disfrutar por igual. El aumento de la competición entre empresas también da lugar a que se produzcan cambios constantemente. Por ello Telefónica publica un Marco digital en que realiza hasta 10 propuestas. Podemos destacar entre ellas:
  •  Fomentar que los ciudadanos puedan tener control de su información (vida digital portátil).
  •  Abrir las diversas plataformas digitales para aumentar la libertad de movimiento de los particulares.
  •  Fomentar la innovación frente al proteccionismo de la Propiedad Intelectual.
  •  Mejorar el atractivo de la inversión privada en la infraestructura de la banda ancha.
  • Evolucionar los modelos de políticas de gobernanza mundial mediante la participación de todos los interesados de forma abierta y en igualdad de condiciones.
Otros aspecto relevante es la importancia de las telecomunicaciones. La Tecnología y los medios de comunicación se usan cada vez con más frecuencia. No sólo nos encontramos en un mundo globalizado tecnológicamente, en el que lo que sucede en un punto se conoce inmediatamente en otro, sino que a nivel interno cobra también más relevancia.
En apenas 10 años la cantidad de móviles distribuidos ha crecido a niveles exponenciales. La carta y la pluma acumulan polvo en escritorio en favor de los correos electrónicos, SMS, whatsapps y tweets. El número de horas que un sujeto cualquiera puede pasar frente a una pantalla es cada vez mayor, y eso teniendo en cuenta que en las encuestas la gente afirma ver menos la televisión. Las empresas ya tienen páginas webs en las que anuncian y ofrecen sus servicios.
Un ejemplo de la importancia abismal de las redes sociales es que incluso los Gobiernos e Instituciones como la Iglesia han aprovechado Internet para llegar a la gente.
Se hace imprescindible entonces una regulación en materia de protección de datos de los consumidores y usuarios, especialmente si consideramos la relación directamente proporcional entre demanda, peligro y necesidad de protección, sobre todo para los más pequeños que se inician antes en el mundo de internet.

De todos modos, como este trabajo lo hemos hecho en grupo, a continuación muestro el análisis completo con todas las cuestiones resueltas por Shinbun.



miércoles, 9 de abril de 2014

La Evaluación de las Políticas Públicas en las Smart Cities



EVALUACIÓN SMART CITIES

Introducción
¡Buenas de nuevo! En esta nueva entrada del blog se va a tratar el tema relativo a la evaluación de las políticas públicas. Lo que se busca en esta fase de la toma de decisiones de las políticas públicas e evaluar qué efectos se han producido tras la implementación de una política en concreto. Interesan tanto las consecuencias negativas como positivas, así como las previstas y las inesperadas. Para este caso en cuestión emplearemos como base el texto Behind Smart Cities Worlwide (por Olga Gil y Carmen Navarro), y se responderán a un par de cuestiones al respecto.


1) Instituciones movilizadas en el proceso de producción de las políticas públicas

En el texto objeto de análisis se muestran las diversas maneras en que se pueden implementar las diversas políticas públicas en una ciudad. Una de las cuestiones más relevantes al respecto es el tipo de instituciones que pueden llegar a intervenir, desde el gobierno central hasta las asociaciones de ciudadanos interesados. Muchas veces el desarrollo de la política viene condicionada precisamente por el actor que la impulsa, pues los instrumentos que emplea pueden ser distintos de los de otras instituciones y sus objetivos prioritarios también varían (un banco, por ejemplo, sólo actúa en la medida en que saque beneficio de ello, mientras que entidades sin ánimo de lucro se centran en la eficacia del trabajo desempeñado).
Empezando por los casos de Shanghai, está claro que el gobierno central es la principal fuerza promotora de la puesta en marcha de las políticas públicas . Ello tiene implicaciones tales como que las medidas adoptadas tenderán a ser influyentes a nivel general, pues la visión de conjunto que se adopta de los posibles problemas es muy amplia. Así mismo, la cantidad de recursos a los que puede accederse es mucho mayor en comparación con las entidades locales, pues en la práctica es sabido que son las que menos presupuestos reciben. Por contra, una evaluación en profundidad de las políticas llevadas a cabo probablemente muestren que ciertos sectores de la sociedad se han beneficiado poco o nada de los nuevos avances, pues las circunstancias que les rodea son muy particulares y no se han tenido en consideración.
Nueva York sería un caso bastante opuesto al anterior. En este ámbito encontramos una gran gama de instituciones cooperantes, tales como las universidades, el gobierno local e incluso los ciudadanos a través de las nuevas tecnologías. Su política de acción será mucho más rápida y precisa que la del gobierno central, pues conocen las principales preocupaciones de primera mano y tienen un interés particular en que se solucionen, pues se ven afectados directamente. Sin embargo, la cantidad de recursos disponibles es más limitada, además de que no siempre la cooperación lleva al acuerdo, sino que muchas veces nacen conflictos al no haber una ruta común a los diferentes intereses en juego.
Casos más particulares son el de Málaga, guiada por CEMI (un centro de procesación de datos del gobierno local); Amsterdam, cuyos proyectos son dirigidos por una Junta especial; o Iskandar, cuyo gobierno depende de la Autoridad Regional encargada del desarrollo de la Smart City/ciudad inteligente.



2) Indicadores importantes de cara al análisis de las Smart Cities
Las políticas de desarrollo de las  Smart Cities son difíciles de evaluar debido a la gran diversidad de puntos de vista que pueden emplearse. Hay quienes le dan mayor importancia a la financiación y el desarrollo económicos; otros prefieren fijarse en el aumento de la construcción y en el reparto de energía por la ciudad; y también encontramos a sujetos que se centran en la aportación de nuevas tecnologías. En el artículo Behind Smart Cities Worlwide podemos observar un claro ejemplo de ello, estudiándose la materia desde 8 puntos de vista diferentes.
Quizá los indicadores más empleados son los de carácter económico. Su ventaja es que son fácilmente medibles, tanto en términos cardinales como porcentuales, y es sencillo trabajar con ellos mediante gráficas y otros instrumentos de representación. Además, existen multitud de estudios de grandes autores versados en la materia, lo cual hace aún más fácil encontrar teorías con indicadores propios aplicables a nuevas investigaciones. No obstante, es una de las primeras variables cuyo uso ha sido descartado para responder a esta pregunta, y la razón es que la economía en general es difícil de entender fuera su contexto, por lo que aportar datos a la ligera puede inducir a error. Además, son fácilmente falseables: no hay más que leer el periódico para darse cuenta de las polémicas existentes en este ámbito.
Uno de los grupos de indicadores más fiables y que por tanto yo defiendo es el de las infraestructuras, las cuales simplemente no pueden esconderse, están a simple vista. Es fácil evaluar el desarrollo de un proyecto de Smart City simplemente analizando el número de proyectos urbanos iniciados y los terminados en total. Así, algunos indicadores relevantes podrían ser el número de estaciones de trenes, estructuras claves en el transporte de mercancías;  el aumento de sistemas de obtención de energía como redes eléctricas o molinos de viento; o el grado de renovación de calzadas en mal estado que impedían un nivel de circulación aceptable. La evaluación de las infraestructuras a partir de estos y otros indicadores similares serían muy útiles en grandes ciudades como Shanghai, donde la buena movilidad tanto de las personas como de las mercancías es crucial para su mantenimiento.
La otra clase de indicadores que llama mi atención es la relativa al medioambiente. Es una tema de debate relativamente joven y por tanto aún tienen que realizarse más estudios al respecto, pero hoy por hoy es indiscutible que es un problema a resolver si se pretende conseguir mantener a las ciudades limpias y saludables. Algunos indicadores que podrían ser útiles para la evaluación de las políticas verdes serían el grado de aumento o disminución de la emisión de gases de efecto invernadero como el CO2; el aumento tanto en cantidad como en calidad de transporte público (más personas usando el mismo vehículo implica menos consumiendo combustible, lo cual disminuye la polución); el grado de mantenimiento de los parques y zonas de paseo; e incluso el reparto por la ciudad de contenedores de reciclaje (puede sonar absurdo pero es una forma de fomentar que la gente se mentalice con la protección de la naturaleza). La ciudad más idónea en la que aplicar estos indicadores es Nueva York, donde coexisten uno de los mayor es tráficos del mundo, el Central Park y un grado de suciedad en ciertas zonas alarmantes. Si tras implantar diversas políticas públicas ninguno de estos indicadores mejora quizá obligue a las autoridades neoyorkinas a plantearse si deben tomarse este aspecto más en serio.